jueves, 5 de junio de 2008

De la dificultad del modelo de Sotware Factory

En estos días en los que las fábricas van evolucionando, oímos hablar de factorías de ideas e, incluso, del concepto de software factory.

En una empresa de consultoría de tecnologías de la información, antes de llegar a la codificación del código, se realizan muchos procesos aguas arriba, como los procesos de diseño, análisis, gestión de proyectos, gestión comercial y planificación estratégica.

Llevamos años oyendo hablar del concepto de software factory, que implica la creación de una empresa, o la dedicación de un área específica de la compañía, de forma aislada y que, tomando como materia prima los diseños detallados de las aplicaciones, sean capaces de programar los desarrollos necesarios para, teóricamente, implantar y cerrar el proyecto.

Creo que llevamos tantos años hablando de ello, como años sin éxito en la implantación de este modelo de software factory en España. Pero ¿qué se requiere para tener éxito con una software factory? Algunas recomendaciones pueden ser:
  • Clientes con equipos bien dimensionados y bien entrenados en trabajar con consultoras y saber cómo funcionan, qué pueden aportarles y lo que conlleva no firmar y cambiar los requerimientos al libre albedrío.
  • Aplicación estricta de las metodologías: Vivimos en empresas en las que las metodologías son vistas muchas veces como trabas, sin advertir la necesidad y beneficio de seguirlas. Estas metodologías son difíciles de implantar, poco seguidas y sustituidas por un desorden que hace que no sea fácilmente predecible el éxito del proyecto.
  • Roles y responsabilidades claramente definidos fuera y dentro de la software factory: Por una lado vendemos que la carrera en una empresa de consultoría tecnológica requiere versatilidad en los perfiles, lo cual conlleva una complejidad y flexibilidad difícilmente digerido por un modelo en el que las instrucciones y diseños han de ser estables y claros.
  • Baja rotación de profesionales: La rotación, es decir, el porcentaje de empleados que abandona la empresa en un año, provoca que, si es alta, se emplee gran esfuerzo a transferir conocimiento del que se va a los se quedan o llegan a la empresa, descentrando el foco en la optimización de procesos y en la aplicación de las metodologías.
Quizá una cuestión cultural, de excesiva flexibilidad, de poco hábito de trabajar con consultoras y, en general, de poca seriedad y profesionalidad, es el factor determinante para que una software factory no tenga éxito a día de hoy en España.

Además, cada vez más, están emergiendo metodologías ágiles que dan una nueva vuelta de tuerca a la ejecución de proyectos tecnológicos y que ponen aún más en compromiso al modelo de software factory.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Las software factories nunca tendrán éxito por dos razones:

- En el desarrollo software el éxito o el fracaso viene dado por las PERSONAS; no por el PROCESO (a diferencia del sector industrial.)

- En imposible analizar y diseñar un sistema y dar la documentación lista para "picar". Durante la implementación se necesita flexibilidad ante decisiones de diseño imposibles de ver previamente.

Anónimo dijo...

Sin duda, es complicado que la fase de construcción externalizada a una factoría de software se ejecute a la perfección si dicha factoría está en Pakistán; es decir, si se sigue un modelo off-shore.

La alternativa es un modelo near-shore, donde consultores de la factoría se "acercan" al cliente y se pueden involucrar en la fase de requisito y especificación.

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rubén

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo contigo JP y con los dos comentarios, cambio constante de los requerimientos, falta de rigurosidad en la aplicación de los métodos, perfiles mal o poco definidos y alta rotación de los puestos de trabajo son precisamente las circunstancias que anulan la eficiencia de una Software Factory.

Mientras no haya una orientación clara hacia el usuario/cliente y los esfuerzos se centren en las metodologías de los procesos, este modelo de organización estará abocado al fracaso.
Un saludete

JP dijo...

Pues yo también coincido en este caso con vosotros 3. Quizá acercar los centros de producción de código (nearshoring) y la aplicación más rigurosa de metodologías, tradicionales o ágiles, es una oportunidad en España de cara a Europa.

Luis López dijo...

Muy didáctico. Gracias. Saludos.