Vivimos días en los que la liquidez es un aspecto crítico para la viabilidad de muchas empresas, especialmente las PYMEs.
Creo que muchos estamos hartos de cómo se esta gestionando la cuestión económica. Si bien es cierto que la banca está detrás de gran parte de la responsabilidad de la actual crisis, no podemos caer en el victimismo de poner sólo en su tejado la pelota de la solución a los graves problemas de liquidez que nos acechan, tanto a nivel individual como empresarial.
Es de locos que muchas de nuestras Administraciones Públicas nos paguen a más de 180 días en la actualidad y que, a la vez, el gobierno pida a la banca que inyecte liquidez en nuestras empresas. Bajando el periodo de pago de nuestros Ayuntamientos, Gobiernos Regionales y Administración General del Estado a 60 días, se resolvería una buena parte del problema.
Esta medida, no requiere ni un control excesivo ni complejas medidas de seguimiento del dinero. Simplemente, se trata de que paguen nuestro trabajo con nuestro dinero más rápido, y que no conviertan a las empresas en entidades que refinancian las cuestionables gestiones de las Administraciones Públicas.
Desde ya, creo que es necesario el llamamiento a un manifiesto para conseguir un periodo de pago razonable para las Administraciones Públicas. Sin ir más lejos se trata del dinero de todos, de nuestro trabajo y de nuestros trabajos.