Para aquellos que todavía os acordéis de Historias de JP, o que algún día leyerais el blog, simplemente deciros que os sigo leyendo a muchos de vosotros.
Simplemente es que he entrado en una etapa de silencio, de mutismo, en la que el día a día me tiene absorbido y en la que poco más puedo hacer que leer en modo 1.0 y a horas intempestivas cómo siguen el mundo exterior y varios blogs de índole diversa.
Y alguno dirá: para escribir esta reflexión, mejor podía haberse quedado callado.
Y quizá tenga razón.