Los cambios de estación son momentos de efervescencia, o de letargo, ambos mis favoritos en Madrid.
Durante mis años en Madrid pude disfrutar de fríos inviernos y sofocantes veranos. Aún recuerdo el verano de 2004, con prácticamente más de 40 días consecutivos a 40º, y en el que durante un fin de semana que estuve de viaje en Santander, llegó a doblarse por el calor un cirio hasta quedar la mecha apoyándose en la mesa. Claro que vivía en un ático y tras un fin de semana sin abrir las ventanas, el domingo al llegar a casa había 37º dentro. Curiosamante le siguió en 2005 uno de los veranos más frescos de los últimos años.
Lo que más me gusta en Madrid, en lo que al tiempo se refiere, son las transiciones, es decir, la parte central de la primavera y del otoño. Hace unas semanas tuve la oportunidad de disfrutar de un día espléndido en Madrid, con temperatura templada y una brisa, que aunque urbana, era muy agradable.
Lástima que el cambio climático, que nos está trayendo un aumento de la frecuencia los extremos climáticos (además del aumento de temperatura y descenso de precipitación), parece que está acortando cada año más estas semanas en las que se disfruta del entretiempo en Madrid.
4 comentarios:
Ciertamente la primavera y otoño madrileños son estupendos. Y con el cambio climático los últimos inviernos están siendo muy suaves y secos, así que también se disfrutan mucho. Ya sólo falta el mar de Santander... :)
No sé si será el cambio climático u otro fenómeno, pero tanto en Madrid como en Barcelona el verano comienza cada vez más pronto, aquí ya estamos en 23-24 grados al mediodía...Algún día estaremos con sólo dos estaciones como en los trópicos
Ya lo decía mi abuela en Castilla, 9 meses de invierno y 3 de infierno... así que a disfrutar de estas pocas semanitas.
Los años que vivi en Madrid siempre me quejaba de lo corta que era la primavera, solo unas semanas de flores y verde hasta que te achicharras tres meses.
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