A nadie se le escapa que el salario y el valor como empleado son unas de las variables más sensibles en el mercado laboral.
A nivel de las empresas, podemos encontrar compañías en las que el salario varía sin unas reglas del juego establecidas (caso más frecuente), frente a otras que cuentan con criterios transparentes y comunicados, en las que cada empleado conoce las variables que determinan su evolución retributiva, como pueden ser los resultados, el desempeño u otros factores, más o menos objetivos. En mi opinión, este último escenario es el óptimo, ya que es el que más puede facilitar que los empleados encuentren su motivación en las actividades estratégicas de la empresa, en lugar de en el salario, ya que éste viene dado por aquéllas.
Tras un tiempo de permanencia en la empresa, en mayor o menor medida, nos podemos alejar de la realidad del mercado laboral. Creo que desde el punto de vista tanto de la empresa como del trabajador, la situación óptima es que coincida el valor de un empleado dentro de la empresa con el que tiene en el mercado. Y no sólo me refiero al económico sino también al profesional.
Cuando el valor como empleado es muy superior al valor en el mercado, el trabajador corre un serio peligro, ya que un eventual fin de la relación laboral, encontrará muchas dificultades para encontrar otra empresa en el que se le considere, económica y profesionalmente, como en su actual compañía.
Ante un estancamiento de su carrera profesional dentro de su empresa, ese empleado tendría que sacrificar muchas cuestiones para reengancharse al mercado laboral. Pero también para la empresa conlleva sus riesgos, sobre todo porque puede ser poco competitiva si el exceso de valor es sólo económico y no lleva acompañada una gran aportación del empleado a diferentes niveles.
Y si el valor como empleado es muy inferior al valor de mercado, los riesgos de fuga de talento de la compañía son muy grandes, ya que el empleado, además de desmotivado en ocasiones por el bajo salario, es muy probable que busque un cambio de aires generando rotación de personal.
Herramientas como el networking o las redes sociales profesionales, no perder el contacto con antiguos compañeros de estudios y de trabajo, así como estar al tanto de cómo fluye el mercado laboral, son armas muy eficaces para anticipar problemas y detectar cuando se aleja nuestro valor como empleado de nuestra empresa frente a valor que tendríamos en el mercado.
En el caso de que trabajéis, ¿es mayor vuestro valor como empleado o de mercado? ¿Os sentís cómodos en esa situación? ¿Os plantearíais cambiar si fueran muy diferentes? ¿Cómo?
El senderu del jilgueru
Hace 9 horas
5 comentarios:
Concuerdo en parte con el planteamiento de la evolución retributiva, sobre todo al inicio de la relación laboral o cuando se contrata a un recién graduado, en donde el riesgo se traslada a la empresa y es cuando entiendo que tal vez haya pocas reglas de juego (como dices) para determinar un salario... digo que lo entiendo, aunque no lo comparto.
En mi caso mi valor de mercado es mayor que el de empleado, por la sencilla razón de que valoro más otros aspectos por encima del retributivo como son: el ambiente de trabajo, las libertades que tengo, la zona donde vivo y laboro y el tipo de empresa en la que estoy... Creo que mi caso no es buen ejemplo, pues cada mes recibo ofertas de empresas que me ofrecen más dinero, pero también más esfuerzo y menos libertades lo que para mi se traduce en menos vida...
Pues sobre"...el valor como empleado es muy superior al valor en el mercado..." hay un refrán castellano que dice algo así como "no comer por haber comido...".
El ritmo de vida económico de cada uno debe ser razonable, no ajustado a las condiciones del momento, así que yo prefiero que me paguen lo que valgo, y si es posible más, y si algún día tengo que cobrar menos ya me adaptaré, que no viviendo al límite no es tan complicado
Sabias palabras Dondado
Muchos pensamos que nuestro valor como empleado es superior que el de mercado, quizá en algunos casos puede implicar cierta falta de espíritu aventurero o de explorar el mercado laboral... Pero siempre pueden encontrarse oportunidades, no digo en lo económico, sino también en mejores condiciones de vida y de trabajo.
Es cuestión de ponerlo todo en una balanza, coincido en que no debemos tener miedo al abismo por estar bien pagado o considerado, creo que si alguien se adapta para llegar a ese punto, también podria adaptarse a una situación peor.
P.D. E.S.D.V. espero que este bien tu beuchi
Hola JP,
Excelente artículo.
Yo creo que lo mejor es conseguir un valor intermedio entre ambos valores aunque esto es muy complicado porque depende de factores no controlables.
Saludos,
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