sábado, 26 de abril de 2008

Un hermano

Un hermano siempre está ahí. Al menos el mío.

Está ahí cuando le necesitas y cuando no le necesitas. No cuestiona, no valora, sabe esperar y te espera. Cuantos más años pasan más cuenta me doy de que está por encima de momentos dulces y amargos, de uniones y distanciamientos, de altos y bajos.

Está semana nos hemos reconectado, quizá si sumo mis años en Madrid más los que llevo desde que retorné, esta semana ha sido la de mayor implicación entre los dos. Hemos pasado momentos más difíciles individualmente, también más fáciles, que los actuales. Pero a veces las cosas resurjen y nos estamos apoyando mútuamente.

Sé que algún día es probable que por cuestiones generacionales, dento de unos años, espero que muchos, sólo nos tendremos poco más que el uno al otro. Pero hoy día tenemos una capa superior que aunque ahora están fuera de Cantabria, nos pregunta, quiere saber de nosotros y se preocupa. Y los dos nos preocupamos el uno por el otro.

Otro día contaré una anécdota que estuvo cerca de quebrar, allá por 1984, ese ser único (porque sólo tengo uno y por ser cómo es) que es mi hermano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

eso se supone,que nos quieren,que nos caen mal,...pero a veces también nos fallan.

JP dijo...

E.S.D.V: Gracias por encontrarme, espero que el blog te interese y estar en contacto. Lo de twitter, pues quizá tiene una componente friki, pero puede ser una herramienta útil.

JP dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Efectivamente siempre hay que tener puesto un ojo en lo que puede pasar, ser autocríticos respecto a nuestra condición de hermanos. Hay casos o momentos en los que todo no es tan bonito, pero es un lazo que hay que tener en cuenta.